Regreso a clases: Cómo acompañar a nuestros hijos en el manejo del cambio después de vacaciones.
En el Colegio Internacional Campestre, comprendemos que el regreso a clases después de un período vacacional representa un momento clave para nuestros estudiantes y sus familias. Aunque las vacaciones son una pausa necesaria para el descanso y la recreación, retomar las rutinas académicas y de convivencia requiere preparación y acompañamiento emocional.
El cambio como parte del crecimiento
Volver al colegio implica adaptarse nuevamente a horarios, responsabilidades, interacciones sociales y desafíos académicos. Este proceso puede generar diversas emociones en nuestros niños y jóvenes: desde entusiasmo y alegría, hasta ansiedad o resistencia.
El manejo adecuado de este cambio es fundamental para garantizar una transición exitosa y armoniosa. Por eso, invitamos a nuestras familias a ser parte activa del proceso, acompañando a sus hijos con empatía, comunicación y estructura.
Recomendaciones para facilitar el regreso a clases
- Restablecer rutinas con anticipación.
Retomar poco a poco los horarios de sueño, alimentación y estudio unos días antes del regreso, ayuda a que la adaptación sea más natural y menos brusca. - Hablar sobre el nuevo comienzo.
Conversar sobre lo que viene —los amigos, los aprendizajes, los proyectos— puede motivar a los estudiantes y reducir la incertidumbre. - Validar emociones sin juzgar.
Escuchar con atención, entender sus preocupaciones y dar seguridad es clave. Frases como “entiendo que te sientas así, es normal al volver” generan confianza. - Enfocar el regreso como una oportunidad.
Cambiar el discurso de “se acabó la diversión” por “vuelve una etapa de nuevos retos” ayuda a cultivar una actitud positiva hacia el colegio. - Reconocer el esfuerzo diario.
Cada pequeño paso —levantarse temprano, preparar los útiles, adaptarse al ritmo escolar— merece ser valorado. Esto fortalece la autoestima y el sentido de logro.
En el Colegio Internacional Campestre, los cambios se viven con propósito
Nuestro compromiso es acompañar a cada estudiante en su proceso de adaptación con una propuesta pedagógica sólida, un ambiente familiar y un equipo humano que reconoce la importancia del bienestar emocional.
Los cambios hacen parte del aprendizaje, y juntos —familias y colegio— podemos convertir esta etapa en una nueva oportunidad para crecer, construir sueños y seguir avanzando hacia un futuro brillante.